Tú, la consciencia, no estás encarnada


Interlocutor; Hay otras enseñanzas, otras filosofías -budismo, maestros zen- que hablan de reencarnación, del karma. Si ya lo tenemos difícil porque pensamos que somos el cuerpo y todos estos pensamientos, y entonces llega una enseñanza y te dice: no, tú no eres el cuerpo sino que puedes crear reencarnaciones y karma en tu vida; y esto me crea más confusión.

Rupert Spira: Escoge muy atentamente lo que lees. No todas las enseñanzas provienen de la misma comprensión.

Simplemente ve ahora a la experiencia de tu cuerpo. Ahora tu cuerpo es conocido mayormente en tanto que sensación, ¿no es cierto? En este momento puedes ver una fracción de tu cuerpo, pero principalmente tu cuerpo es una sensación táctil u hormigueante. Ve al interior de esa sensación, ¿encuentras en el interior de esa sensación algo llamado consciencia? o ¿aparece esa sensación en la consciencia? ¿Cuál es tu verdadera experiencia?

I: Respondería que aparece en la consciencia por lo que he oído, pero solo yo puedo sentir mi mano, la sensación de mi mano.

RS: De acuerdo. Frota tus dedos. Una nueva sensación aparece, ¿aparece esa sensación en la consciencia? o ¿de algún modo la consciencia aparece en esa sensación?

I: Aparece la consciencia en la sensación.

RS: Deja de frotar tus dedos. Ha desaparecido la sensación ¿verdad? Entonces la consciencia tiene que haber desaparecido con la sensación, ¿es eso lo que estás diciendo? ¿Tienes realmente la experiencia de que la consciencia ha desaparecido ahora o más bien tu experiencia es que la sensación viene a la consciencia y después desaparece de la consciencia, pero que ésta permanece?

I: Sí.

RS: Es esa tu experiencia. En otras palabras la consciencia no aparece de repente en la sensación, sino que la sensación aparece de repente en la consciencia. 

Tú, la consciencia, no estás encarnada, no estás en el cuerpo. El cuerpo está en ti, tú no estás en él. Incluso ahora no estás encarnada, tú nunca has estado encarnada, no has estado encarnada en el cuerpo. El cuerpo es una aparición temporal en tu presencia permanente. 

Así que, si no hay encarnación en esta vida, ¿cómo podría haber una reencarnación? Es decir, para creer en la idea de la reencarnación, primero tendrías que creer que lo que tú eres está encarnado en un cuerpo. Las enseñanzas acerca de la reencarnación son concesiones a esa creencia.

(Pasaje extraído del Encuentro de Septiembre de 2012. Disponible en "Descargas”).

El percibir es real, está hecho de consciencia


Interlocutor: Si todos llegásemos a estar el cien por cien del tiempo conectados con esta consciencia, ¿el mundo desaparecería?

Rupert Spira: Pasarías tu vida expresando paz, felicidad y amor.

I: Seguiríamos conscientes del mundo y volveríamos a ser como un niño... 

RS: Tu pregunta implica la existencia de un mundo independiente y real ahí afuera. Pero ese aparente real e independiente mundo externo depende del aparente separado yo interno. En otras palabras, el yo interno y el mundo externo surgen conjuntamente y se disuelven al mismo tiempo, se disuelven juntos. 

Aquello que permanece cuando el yo interior y el mundo exterior se disuelven y desaparecen, no es una nada vacía, sino que todavía hay pensamientos, sensaciones y percepciones. En otras palabras, hay experiencia, experimentar, pero la experiencia no estará dividida conceptualmente en dos: por un lado, una parte que experimenta el yo interno y separado; y por otro lado aquello que es experimentado, el mundo externo. Sino que el sujeto y el objeto desaparecen; de hecho no es que desaparezcan, sino que en realidad nunca estuvieron ahí. 

No es que la apariencia de la dualidad desaparezca; nunca estuvo realmente ahí, nunca hubo, en realidad, un yo interno y un tú externo. Cuando ese yo interno y ese tú externo desaparecen es lo que llamamos el amor. Cuando el yo interno y el mundo externo desaparecen eso es lo que llamamos belleza. Es la misma experiencia, son dos nombres para la misma experiencia. La disolución por un lado del yo interno, y por otro lado el mundo externo.

Ese derrumbamiento del yo, del otro y del mundo es lo que todos los “yoes” separados están anhelando; es aquello que los siete mil millones de personas están anhelando, están buscando, no sólo aquellos pocos que están interesados en la no dualidad. 

La experiencia, el experimentar no desaparece, pero el experimentador separado y lo experimentado externo, eso sí desaparece. Aparentemente parece que se unan, pero en realidad siempre estuvieron unidos, siempre fueron lo mismo. Así todo es experimentado con la misma intimidad. La amapola en el primer plano y la montaña del fondo tan sólo están cerca o lejos para el personaje en la película; para la pantalla, los dos son igual de íntimos, están igual de próximos. 

El sentido de que tan sólo estoy permeando, penetrando esta pequeña esquina del universo desaparece, y entonces sentimos que ocupamos la totalidad de nuestra experiencia. Esa intimidad es la condición natural de nuestra experiencia, no sentimos amor o intimidad tan sólo con una o dos personas o con uno o dos objetos, sino que toda la experiencia está hecha de esa intimidad. 

Es en este sentido que el mundo externo desaparece, pero la percepción, el percibir no desaparece.  Es por eso que en las enseñanzas tradicionales se dice que el mundo es una ilusión. Es tan sólo el mundo exterior, distante y separado que es una ilusión, pero la percepción, el percibir es real, está hecho de consciencia.

(Pasaje extraído del Encuentro de Febrero de 2012. Disponible en "Descargas").

Yo soy el amor con el que soy amado


Yo soy el amor con el que soy amado

Yo soy el deseo con el que soy anhelado

Yo soy el conocimiento en la ignorancia

Yo soy la respuesta en la pregunta

Yo Me doy y Me recibo perpetuamente

Yo Me presto a todas las cosas aparentes

Yo Me olvido por la alegría del descubrimiento

Yo Me divido por la belleza de la amistad

Yo Me oculto por el placer de buscar

Yo Me busco por el placer de encontrar

Yo Me encuentro por el placer de conocer

Yo Me conozco por el placer de ser

Yo soy Yo mismo por ninguna otra razón

Yo brillo

Yo devengo feo por el bien de la belleza

Yo devengo hostil por el bien del amor

Yo soy cruel por el bien de la bondad

Yo soy vasto y brillante

Yo soy el corazón del corazón

Yo soy la voz de un niño

Yo soy maravilla, asombro y deleite



Maya permanece, la ignorancia desaparece





Nuevo vídeo con subtítulos en español.

Cuando abrimos los ojos, surge la apariencia, una apariencia de espacio, de distancia, de dimensiones. Pero cuando exploramos la realidad de esa apariencia lo que encontramos es que está hecha únicamente del propio conocerla.

Y ese conocer no ocurre en el espacio sino en la consciencia. De hecho, es la consciencia. 

No tiene dimensiones, está hecha de experimentar. En nuestra experiencia, sabemos que todo está hecho de experimentar, y que yo, el que conoce la experiencia, está más cerca que cerca.

Traducción y subtítulos: http://diegomerinotraducciones.com